domingo, febrero 19, 2006

Israel rompe con la ANP porque Hamás la convierte en terrorista

Tel Aviv cesará de transferir fondos a los palestinos y les cerrará las fronteras


Jerusalén. El primer ministro israelí en funciones, Ehud Olmert, dejó claro ayer que la incorporación de Hamás al Parlamento de Gaza ha hecho de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) "una entidad terrorista" y, como tal, su Gobierno no negociará ni mantendrá contactos con ella y le cortará la transferencia de fondos, al tiempo que cerrará las fronteras a los trabajadores palestinos.
Hamás replicó que no le asusta el bloqueo impuesto por Israel y anunció oficialmente que su líder electoral, Ismail Hania, es su candidato a primer ministro del futuro Gobierno palestino, cuya formación anunciará para inicios de marzo y negociará con otros partidos para que sea de "unidad nacional". El sábado juraron sus cargos los 132 diputados palestinos, 74 de los cuales pertenecen a Hamas, que ganó las elecciones del 25 de enero.
En su reunión semanal, el Gabinete israelí acordó que no aceptará un Gobierno en que participe Hamás y que las transferencias a la ANP de los impuestos que recauda para ella, en virtud del Acuerdo de París de 1995, cesarán de "inmediato", "tan pronto como el gobierno palestino de transición finaliice sus funciones". Israel envía a la ANP por ese concepto unos 34 millones de euros mensuales, que el Gobierno palestino usa para pagar los sueldos de sus funcionarios.
Israel también presiona a la comunidad internacional para que interrumpa toda ayuda financiera a la ANP, excepto la humanitaria. La UE y EEUU han condicionado la continuación de sus donaciones a la ANP a que Hamás renuncie a la violencia y reconozca el derecho de Israel a existir y los acuerdos entre palestinos e israelíes.
El mismo presidente de la ANP, Mahmud Abas (Abu Mazen), pidió a Hamás el sábado, en la inauguración de la segunda legislatura palestina, que el nuevo Gobierno negocie con Israel y respete los acuerdos firmados (los de Oslo de 1993 y la Hoja de ruta, impulsada por EEUU, la UE, la ONU y Rusia). Pero Hamás rechazó de forma categórica ambas posibilidades.